sábado, 24 de octubre de 2009

Sexualidad Humana desde el hombre primitivo hasta la actualidad


La postura erguida permitió a los primates tanto la observación de sus alrededores como la utilización de las manos para otros propósitos. Los homínidos, el linaje que lleva a los humanos, cambió la forma y tamaño de la pelvis, fémur y rodillas lo que permitió el bipedalismo (caminar en dos piernas). El cambio de cuadrúpedo a bípedo procedió en estadios (etapas), culminando el proceso en los humanos, que pueden caminar o correr en dos piernas. Los cambios evolutivos también inciden en la reproducción.
La historia de la reproducción humana (actividad sexual) comienza con el origen del hombre (varón-mujer). Los primeros homínidos (miembro de la familia humana) similar a un humano que conocemos, apareció hace 4 millones de años atrás, su ejemplar más famoso, se lo llamo: Lucy. Pertenece al grupo Australopithecus afarensis (austral, "sur"; pithecus, "mono")(mono del sur).
El Homo sapiens (palabra homo viene del género Humano; sapere, "sabio" o "capaz de conocer"), entendida biológicamente como la capacidad para transmitir información y hábitos por imitación e instrucción, en vez de por herencia genética, vivió hace 500.000 años, un ejemplo es el Neandertal, vivió en Europa y el oeste de Asia. Los Neandertales (los primeros descubrimientos fueron realizados en el Valle de Neander en Alemania; ¨tal o thal¨, valle) tenían un cerebro más grande que los actuales humanos, la frente inclinada, cejas prominentes, un mentón pronunciado y una altura de alrededor de 1,60 m.
A pesar de su imagen de "bruto" simploide, los Neandertales fueron los primeros humanos que vistieron a sus muertos con artefactos, indicando pensamientos abstractos, quizá una creencia de vida luego de la muerte. Vivieron en asentamientos al aire libre, como también en cavernas. Las herramientas del Neandertal eran más sofisticadas que las del Homo erectus, emplearon mangos en sus herramientas para ganar un efecto de palanca extra. El hombre a través de lo que hace o produce, comienza a delinear su ¨cultura¨. En este sentido, las actitudes sexuales están relacionadas a la cultura.

Homo sapiens: se refiere a la consideración del hombre como «animal racional», al contrario de todas las otras especies. Es precisamente la capacidad del ser humano de realizar operaciones conceptuales (persona construye el concepto de algo o alguien) y simbólicas (representación perceptible de una idea) muy complejas —que incluyen, por ejemplo, el uso de sistemas lingüísticos muy sofisticados, el razonamiento abstracto y las capacidades de introspección y especulación— uno de sus rasgos más destacados. Posiblemente esta complejidad, fundada neurológicamente en un aumento del tamaño del cerebro y, sobre todo, en el desarrollo del lóbulo frontal, sea también una de las causas, a la vez que producto, de las muy complejas estructuras sociales que el ser humano ha desarrollado, y que forman una de las bases de la cultura.

El hombre primitivo era encargado de cuidar su territorio, su caverna, su propiedad (incluyendo su mujer), proveía alimentos a su familia y la protegía de predadores o invasores. Comenzó con sexo imitando a los animales. El hombre descubre que podía tener sexo cuando quería (a diferencia de los animales, en estos, se realiza sexo cuando las condiciones hormonales lo indican y no pueden elegir con quien) y la mujer en ese momento era un objeto sexual. La finalidad del sexo era la reproducción y el placer.

Las relaciones sexuales y la reproducción.

La reproducción humana, a diferencia de la del resto de animales, va ligada a factores culturales, y no estacionales o meramente naturales. El ser humano no vive su sexualidad ligada a la climatología, sino que está presente de continuo y se encauza a través de múltiples pautas culturales (morales, políticas, etc...). El machismo comienza a delinearse.
Pasan los años, el hombre evoluciona, y también existen aspectos que se ponen ¨de moda¨ en relación a las costumbres sexuales; pero siempre el hombre tenía el rol activo y la mujer era sumisa, y debía aceptar lo que decía su pareja el hombre, o no existían casi chances para rebelarse.
Si bien, a principios del siglo XX la mujer comenzó a realizar trabajos fuera de la casa (en industrias, gerencias, etc), recién a partir de 1960, con la liberación femenina y los reclamos por igualdad de derechos, la mujer inicia un proceso de exigencia cultural. En este marco, también esa exigencia se da en el ámbito de la pareja en relación al sexo. Así por ejemplo, la mujer en general, abandona la actitud pasiva y pasa a tener un rol activo en relación al abordaje, seducción, búsqueda de placer, mantener el hogar, etc.
Llegándose a una situación extrema en la que la mujer decide tener un hijo y prescinde del varón, comprando esperma en bancos de semen; la relación de pareja tiende a ser sin compromiso, sin la construcción de un proyecto de vida en común. La mujer deja de ser un objeto sexual, pasa a ser un sujeto al igual que el varón; un sujeto que exige sexo, que exige placer, pero también exige protección, amor, contención.
Los medios de comunicación aportan lo suyo en esta evolución ocurrida en los últimos años.
La vida sexual está relacionada a la reproducción, o no… Además de la reproducción "al natural", conviene poner de relieve que la humanidad ha aplicado su saber a posibilitar diferentes modos de intervenir artificialmente en el proceso de la reproducción. Podemos desglosar esas posibilidades en: el hombre descubre los métodos anticonceptivos (instrumentos y procedimientos que posibilitan las relaciones sexuales, evitando o reduciendo al máximo, las posibilidades de un embarazo no deseado); la interrupción voluntaria del embarazo (técnicas quirúrgicas que permiten hacer fracasar un embarazo cuando éste se ha originado ya y no se desea llevarlo adelante); la reproducción asistida (técnicas, cada vez más diversas y novedosas, que permiten promover el embarazo, o incidir en él, cuando no se produce de modo natural, o surgen problemas para su evolución); y a su vez, sobre estas cuestiones conviene hacer tres tipos de consideraciones:
a) Médico-científicas: La explicación pormenorizada de cada técnica: cómo se debe proceder para la utilización de cada método anticonceptivo, que fiabilidad tiene, etc. En qué consisten las diferentes técnicas, que riesgos entrañan, etc.
b) Legales: No todo lo que es factible técnicamente está permitido o amparado en la ley. Las leyes son parte de la cultura, y por tanto, en una sociedad democrática, están sujetas a la evolución de la voluntad popular.
c) Éticas: todo ser humano está dotado de conciencia moral y que existen diferentes criterios morales al respecto. Estas cuestiones quedan abiertas a la reflexión y opción de elección de cada uno, en diálogo con los demás.
El hombre (varón-mujer) elije con quien tener sexo, elije cuando tener sexo, elije en qué condiciones tener sexo; es decir el ser racional tiene la posibilidad de decidir sobre su actividad sexual.
En la actualidad, luego de cientos de miles de años de cultura machista, y, considerando la reciente liberación femenina, asistimos a un momento en que el varón y la mujer deben re-descubrir su rol en la sociedad y en la relación de pareja. También es nuestro compromiso (tanto del varón como de la mujer) replantearnos que valores pretendemos estén vigentes en nuestra sociedad. La vida sexual no es solo una cosa de pene-vagina, o de penetración o ser penetrado, es algo más complejo, que implica sentimientos, dignidad, protección, cuidado, dialogo, compartir, promover el crecimiento, conformidad, compromiso, pasión, placer, sueños, creatividad, esperanza, proyecto de vida.
Vivimos una etapa de crisis en el aspecto sexualidad, pero toda crisis es una oportunidad para crecer. Esta es una oportunidad que tenemos para determinar que queremos hacer de nuestra vida sexual. Las opciones son dos, le damos un perfil ¨animalesco¨ o le damos un perfil de ¨persona¨.

Aparato Reproductor Femenino

Aparato reproductor femenino

Desde el punto de vista reproductor, el rol fundamental de la mujer es dar vida y ser la principal fuente de oxigeno y alimento al nuevo sr, además de producir la gameta femenina u ovulo.
El aparato reproductor de la mujer está constituido por los ovarios, las trompas de Falopio, el útero, la vagina y las estructuras externas (clítoris, labios menores, labios mayores).
Los ovarios se forman y permanecen en la porción inferior (porción pelviana) de la cavidad abdominal. Durante la vida intrauterina ya presentan internamente óvulos inmaduros. Es decir, la ovogénesis (proceso de maduración del ovulo) se inicia en la vida fetal. Cuando la mujer nace, ya presenta en sus ovarios 400.000 células sexuales femeninas (folículos primarios) a mitad de su desarrollo total, esta maduración se completa desde la adolescencia, después de la primera menstruación (menarca). Solo uno de cada 1000 células inmaduras alcanza la madurez, esto se repite (maduración de un ovulo por mes) todos los meses.
Cuando el ovulo está maduro, sale del ovario (esto se denomina ovulación), y es captado por las Trompas de Falopio, que es como un conducto finito que conduce al ovulo hacia el útero.
Durante el acto sexual, los espermatozoide son depositados en la vagina, y luego migran hasta el útero, y luego continúan su viaje hasta las trompas de Falopio, aquí es donde alcanza el espermatozoide al ovulo y se produce la fecundación (unión del ovulo con el espermatozoide). El ovulo fecundado comienza un proceso de división celular (mitosis), se forman dos células, luego cuatro, luego ocho, luego 16, luego 32, etc, se constituye el embrión y luego el feto. Mientras inicia la mitosis, el cigoto o huevo migra hacia el útero.
El útero es una bolsa, con forma de una pera, cuyas paredes están constituidas por tres capas de tejidos: la externa o ectometrio, que lo protege y mantiene la forma; la media o miometrio, gruesa y muscular, es la que se contrae activamente durante el parto para expulsar al feto; y la interna, llamada endometrio o mucosa uterina, muy vascularizada y glandular, es donde se adhiere el embrión (nidación); en esa unión (mucosa uterina-embrión) también se forma la placenta.
La porción inferior del útero se continua con la vagina, conducto elástico, contráctil y distensible (gran capacidad de dilatación, por ejemplo, en el momento del parto puede llegar a tener 8 cm de diámetro, es lo que se llama vulgarmente ¨dilatación¨), que aloja al pene durante el acto sexual. La vagina es el último tramo recorrido por el feto antes de ser expulsado.
En la vagina desembocan las glándulas de Bartholin, que durante la excitación sexual segregan abundante cantidad de mucus, principal lubricante durante la penetración. En la porción inferior de la vagina hay un engrosamiento anillado que reduce el diámetro del orificio vaginal y se denomina himen. El himen habitualmente se presenta intacto en la mujer virgen, y se lesiona y cicatriza en forma irregular en los primeros coitos.

Genitales externos o vulva

El orificio vaginal está rodeado por dos pares de repliegues carnosos denominados labios mayores que presentan vello púbico, glándulas sudoríparas y glándulas sebáceas, y por dentro de estos, los labios menores, entre los cuales se localiza el clítoris. Este es un pequeño órgano, formado por tejido excitable de funciones análogas (similar) a las del glande en el hombre.

Ovulación

El fenómeno de la ovulación es el resultado de una serie de procesos hormonales que se ponen en marcha cíclicamente, una vez por mes, a partir de la pubertad. El resultado de estos procesos es la maduración y liberación de un ovulo, que puede tener uno de dos destinos posibles: ser fecundado (originando una nueva vida) o atrofiarse y ser eliminado junto con la subsiguiente menstruación. La ovulación se produce (en un ciclo de 28 días) 14 días después del inicio de la menstruación.
Si el ovulo liberado no es fecundado por ningún espermatozoide, los nuevos vasos sanguíneos que contribuyeron a vascularizar el endometrio bajo la estimulación de la hormona progesterona y los nuevos tejidos que engrosaron a la mucosa uterina por efecto de la misma hormona, se necrosan y se produce su descamación y eliminación a través de la vagina, constituyendo la menstruación. Esta se produce 14 días después de la ovulación.

Ciclo menstrual

El ciclo menstrual (ciclo de la mujer) es un lapso de tiempo que tiene un comienzo y un final, y se repite sistemáticamente, cíclicamente, en forma regular (reglada). Este ciclo dura generalmente 28 días. El ciclo comienza con el día uno del ciclo, esto se demuestra con el inicio de la menstruación (mestruacion, regla, periodo) (mal llamado vulgarmente ¨indisposición¨, ¨enfermedad¨). La menstruación es una hemorragia o sangrado que se produce como consecuencia del estallido (ruptura) de los vasos sanguíneos del endometrio hecho controlado por hormonas femeninas (estrógeno y progesterona). La menstruación puede durar de 4 a 6 días, y el sangrado es más rojo brillante en la juventud y más oscuro en la adultez. Menarca es la primera menstruación, mientras que la última determina la menopausia.
A los 14 días de iniciado el ciclo, el ovulo que completo su maduración se desprende del ovario, a esto se lo denomina ovulación, y es captado por la Trompa de Falopio. El ovulo vive aproximadamente 48 hs, si aparecen los espermatozoides, la fecundación se produce en ese tiempo; de no haber espermatozoides, el ovulo llega hasta el útero, disminuye su metabolismo (función química equilibrada) y se atrofia y muere, y luego es eliminado por la menstruación.
Después de 14 días de la ovulación se produce el final del ciclo y coincidente con la nueva menstruación, comienza un nuevo ciclo, repitiéndose sistemáticamente hasta la menopausia. Este ciclo menstrual se interrumpe solo cuando hay embarazo. Entre 30 y 60 días después del embarazo se reinicia el ciclo nuevamente.

Coordinacion Nerviosa

Este espacio esta en redaccion, proximamente lo podras visitar.

viernes, 23 de octubre de 2009

Reproduccion Humana

Bienvenido al Espacio ¨Reproduccion Humana¨ !!!!!

Objetivos de este espacio:
1. Tener un conocimiento de la anatomía y la fisiología de los aparatos genitales femenino y masculino, y relacionarlo con la conducta sexual y sus consecuencias (embarazo, enfermedades, felicidad, placer).
2. Conocer las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes (SIDA, Sífilis, Gonorrea, Herpes, Papiloma), tomando conciencia de la necesidad de evitar las conductas de riesgo.
3. Promover la autoestima, proporcionando elementos para apreciar y respetar el propio cuerpo y el del otro, y entender y respetar las diferencias de aspecto físico entre las personas.
4. Darse cuenta de la influencia de los medios de comunicación, la publicidad y el entorno social sobre la conducta sexual de las personas.